Pocos momentos son tan emocionantes para un autor como ese en el que recibe en casa los primeros ejemplares de su nuevo libro.

Hoy, tras MUCHO tiempo y muchas vivencias de las que no quiero acordarme, me ha vuelto a tocar a mí (lo he vivido ya con Tiempo de Héroes y con Trazos secretos), esta vez con el añadido de que es en Vergara, un sello que, quienes me conocen, saben que siempre me ha encantado.

Conocí la romántica con él, hace ya muchos años, y siempre he tenido la ilusión de ver ahí alguna de mis historias.

Te aseguro que he tenido todo el día esa sonrisilla de felicidad que te aligera el alma. ¡Ay, qué bonito es! De verdad, no sé si el contenido gustará o no (sé que no funcionará con todo el mundo, por supuesto, habrá quien lo disfrute, habrá quien lo odie, pena pero así es este trabajo), pero, lo que está claro, es que del trabajo editorial no puedo quejarme.

Cualquier fallo es culpa mía y solo mía, me la quedo por completo. Que conste ;D

Ahora te dejo, que voy a darle un par de escobazos al famoso síndrome del impostor, ese que nos acosa de continuo a los autores, como bien saben mis compañeros. A medida que pasan los días y va llegando la fecha, entro más en pánico. Es lo que hay: nunca te acostumbras, pero aprendes a disimularlo.

No olvides que lady Jolie y su arrogante vizconde están deseando darse a conocer. ¡Ojalá les des la oportunidad!

EN LIBRERÍAS EL 15 DE ABRIL 2021