Según las crónicas, los elfos de Darindoree llevaban unos quinientos años, quizá mil, establecidos en la ciudad de Elvewyn’Di’Relin, El Lugar de los Árboles que Sueñan, tras la caída de Tirnmaesshë, cuando empezaron a producirse los primeros ataques en su frontera este, la limítrofe con la zona de escarpaduras y abismos indómitos que hoy conocemos como la Ciudadela de Piedra. Al principio, pensaron con horror que los seres humanos, siempre expandiéndose, siempre deseando dominar nuevas tierras, habían decidido tomar también …