

¡Hola! ¿Me echabais de menos? ¡Espero que sí! Yo a vosotr@s también, la verdad. Me pasa a veces, desde que vivo una vida de escritora (y una muy distinta a la que había soñado, por cierto, con dos o tres libros al año en papel y a vivir feliz el resto del tiempo jajaja).
Las fechas de entrega son lo peor. LO PEOR. Seguro que todos mis colegas opinan lo mismo.
He estado… no sé, ¿dos, quizá tres meses fuera de las redes? Se me ha hecho muy largo. Y, en los tiempos que corren, algo así tiene unas consecuencias muy negativas en mi profesión. Hacer promo continua es una de las condiciones necesarias para que las lectoras no te olviden en una marea continua de publicaciones como la que vivimos.
Es algo tan necesario como el escribir rápido, lo más posible, y sacar nueva novela cada poco.
Los grandes autores, los que tienen ya un público asegurado y cuentan con una promoción que va más allá de sus propios medios, no tienen ese problema. Pero las que andamos por mi nivel, sí. Seguro que muchas me entendéis.
Pero no me ha quedado otro remedio, porque tenía que entregar dos novelas este fin de año (una saldrá en papel a librerías en primavera de 2013 con Ediciones B, firmaré como Yolanda Díaz de Tuesta. ¡Un proyecto que me ilusiona mucho!) y he estado muy apurada.
Me encantaría poder decir que ha sido algo puntual, pero buf, ni de lejos, jaja. De hecho, el año 2023 va a ser terrible, mucho peor que este. Tengo firmados varios contratos. La parte buena es que publicaré muy a menudo, así que espero estar más visible por ahí.
La parte mala, claro, es que voy a estar esclava del teclado… Pero, vamos, a niveles astronómicos. Solo pensar la que se me viene encima, se me cae todo romance por los suelos jajaja
Porque, ese teclear sin descanso escribiendo historias, ocupa un buen margen de tiempo… si también quieres hacerlo bien, por supuesto.
Y yo quiero.
Quiero, quiero, quiero…
Quiero que la crítica de una posible lectora o reseñadora sea que, en su opinión, mi historia debería haber sido de este otro modo. Que tal solución o tal personaje no les han convencido. Que la trama le suena tópica (algo que no puede ser más subjetivo) y que tiene (¡ah, esa es la crítica que más me hacen jaja), demasiadas descripciones.
Pero no quiero que me digan que mi estilo es flojo, que mi ortografía falla, que la estructura de la novela falla o que tengo errores gramaticales.
A ver, intento que no tengan razones para decirlo (no siempre se acierta) y me tomo muy en serio mi trabajo para que, aunque escriba novelitas entretenidas, solo enfocadas a pasar el rato (es lo que se vende, y yo tengo que sacar adelante un hogar en una situación muy difícil), estén bien escritas, lo mejor posible.
Que, aunque sea desde la humildad de unas historias de romance pensadas para hacer volar el corazón, entretener y poco más, mis trabajos sean literatura, y no simple ocio prescindible y olvidable, el elaborado de cualquier manera para pasar el rato.
Por eso, por ejemplo, me documento MUCHO, cuanto puedo (y siempre aterrada por si meto la pata, jaja, que todo es posible, al fin y al cabo, somos humanos), lo que lleva su buen tiempo añadido. Y por eso, de algún lado tienen que salir esas horas.
Queridas, queridos, como digo, el año 2023 lo tengo copado de contratos. Llegan hasta enero de 2024 y más allá, y me pregunto si llegaré yo jajaja. Pero bueno, algo debo estar haciendo bien, ya que existe ese interés editorial, pese a lo que me cuesta abrirme camino en redes.
El caso es que estaré de forma intermitente por aquí y por allá, pero quiero que sepais que podeis contactar conmigo para consultarme lo que sea, o contarme lo que os parezca interesante.
Tener una vida de escritora suele ser algo muy satisfactorio (aunque no sea como la soñé, al fin y al cabo es un trabajo y a veces cuesta mucho sentarse al pc), pero también muy solitario jaja, ¡espero que me visitéis de vez en cuando! Sabed que estaré por aquí, al teclado, la cabeza zumbando de historias. ¡Os van a entusiasmar!